jueves, 2 de agosto de 2012

Celos.


Estúpida palabra de cinco letras. Maldita derivada del latín y del griego y todo lo que ella conlleva. 

Odio las lágrimas que se acumulan en mis ojos cada vez que leo su nombre, odio las ganas que tengo de salir corriendo y esconderme donde nadie pueda verme, odio tener que incumplir mi propia promesa y rendirme en la batalla, odio las punzadas que me atraviesan el pecho y me dejan tirada en el suelo, cada vez más frío, como la cama a media noche cuando desapareces.

Odio el miedo irracional que tengo 24 horas al día. Miedo que ella tenga los labios más rojos, o que en algún momento, te des cuenta de que es lo que siempre buscaste y te enamores de ella. Temo cada vez que sus letras están bordadas para ti, temo la forma en la que te busca y que sin darte cuenta, tú también la buscas. Y yo estoy allí, callando el corazón con la razón, poniéndole una mordaza y recordándome mil veces que no eres mío. Y, joder, cómo duele quererte, pero no quiero dejar de hacerlo.

...

6 comentarios:

  1. "Y yo estoy allí, callando el corazón con la razón, poniéndole una mordaza y recordándome mil veces que no eres mío".

    Me recuerda a la ley y el hombre. A la moral frente al miedo. A Luis y Pablo.

    Pablo era un tipo que nunca había robado a nadie. Cuando le preguntabas por qué no robaba él te contestaba que era ilegal; que te detenían, juzgaban y metían en prisión si lo hacías. Luis tampoco había robado jamás, pero ante la misma pregunta siempre respondía: "No robo porque robar está mal".

    Luis y Pablo eran buenos ciudadanos; se comportaban de acuerdo con la ley. Pero un día suprimieron las leyes. A partir de entonces Pablo comenzó a robar. No tenía motivos para no hacerlo, puesto que ya no era ilegal; ni te arrestaban, ni te juzgaban, ni te metían en prisión. No había nada que temer. Para Luis robar seguía estando mal, independientemente de lo que dijese la ley, así que siguió sin hacerlo.

    Si analizamos a estos dos hombres en tiempos de ley nos damos cuenta de que ambos actuaban de la misma forma, pero uno lo hacía libremente, porque era su elección, mientras que el otro lo hacía presionado por el miedo y la norma; porque había algo que lo obligaba, en definitiva.

    Desde mi punto de vista tiene más mérito el comportamiento de Luis, porque es más sincero. Actúa así porque de veras quiere actuar así. El comportamiento sincero, por lo general, es el más deseable.

    Recordarle a alguien que es libre sirve en muchos casos para averiguar el fondo de las personas. Es para alegrarse si, pese a saberse libre, no cambia su comportamiento, porque eso demuestra que es sincero. Y para preocuparse si, como en el caso de Pablo, la libertad es una puerta hacia el exceso y las barrabasadas.

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  2. Los celos es una de las partes que menos me gustan del amor. Se te pegan, fuerte, haciéndote daño, provocándote dolor, escozor, sufrimiento que, en muchas ocasiones, es en vano.

    (y es que,
    me siento tan identificada)

    abrazofuertefuerte

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  3. «¿Y si corazón no fuese más que el superlativo de la palabra coraza?»

    (Ajo.)

    (http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&sqi=2&ved=0CGUQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.arrebatolibros.com%2Fes%2Fwp-content%2Fthemes%2Farrebato%2FiBooks%2FAJO_micropoemas2_4ed.pdf&ei=ghYcUO76O4qx0AWlioDIBw&usg=AFQjCNFhUmTQc-UK4H0z276KnwBTDPDfMA&sig2=C0_dGqgLWQDQNjIMtPoZ0A)

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  4. Creo que todos alguna vez hemos tenido esa sensación, por eso entiendo que no hay nada que pueda decir que consiga aliviarte. Espero que con el tiempo te sientas mejor.

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  5. Que active tus celos y no sean nada.Tener el miedo de que otra persona descubra lo magnifico que puede ser,a quien no le paso?."callando el corazón con la razón" recuerda que cuando callar por miedo a perder,terminas perdiendo por ese mismo miedo.
    Me gusta muchisimo tu blog,prometo pasarme mas veces :) pasate si quieres,un beso.

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Toc, toc... ¿Hay alguien en casa?