jueves, 9 de febrero de 2012

Étincelles.


Hacía mucho tiempo que Carlota no se permitía llorar, ni siquiera los domingos grises en los que hacía frío y las olas eran mayores que ella. Se tragaba las lágrimas y se lanzaba a la profundidad del océano sin siquiera pensar en qué estaba haciendo. Estaba acostumbrada. El agua no era más que un amigo que a veces apretaba demasiado fuerte, mas ella sabía que ese dolor no era nada comparado con el que sentía dentro. Pero aquél día, el mar no podía ser su salvavidas. Ya no podía ser una niñata irresponsable, ahora tenía que luchar por las dos. Porque estaban solas y nadie iría a ayudarlas.



Hacía días que no sabía nada de él, ni un mensaje en el buzón, ni un email, ni una maldita llamada al móvil. Le había buscado como una loca por todos los rincones del pueblo, había acudido a todos los bares que solía frecuentar, había preguntado al cielo dónde estaba y nadie había respondido. Ni siquiera Dios era tan benevolente como para permitir que se encontrasen de nuevo. Ni un último adiós. Lo entendía, una parte de su cabeza comprendía aquella situación. Todo había sido un juego. Una aventura de un hombre casado para recuperar la juventud y poder escribir de nuevo las historias que perdió gracias a una chiquilla que fingía ser mayor.



Había sido una ilusa pensando que él se pudiese enamorar de ella, que aquella mirada cuando la sacó del agua se había quedado en su memoria impidiendo que la olvidara. Pero era todo mentira. "Tú nunca ganas, Carlota." Cuántas veces le había escuchado a su madre aquella frase, cuántas veces la había escrito en un cuaderno para enfrentarse a ella cuando ya nadie le gritase, cuántas veces se había prometido que no se volvería a enamorar. Aquella vez había sido aún peor, porque ahora, tendría que enfrentarse a su recuerdo cada vez que mirase los ojos azules de la niña.

5 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, sobretodo el final :)

    Lo único que distrae un tanto de la belleza del texto es "siquiera" escrito separado y "benevolente" con doble b...

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  2. Corregido, gracias por avisarme, ¡no me había dado cuenta! :)

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  3. (ains, me ha roto el corazón esta entrada)

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  4. He decidido reinventar mi blog.
    Me quedo para leer el tuyo y seguir a Carlota forjar su historia... espero no llegar tarde.
    Te quiero, pequeña.

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  5. :)

    te sigo dsd ya :)



    www.marencalma-adriana.blogspot.com

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Toc, toc... ¿Hay alguien en casa?