-¿Por qué?
-Porque si acaba, no tendré ninguna excusa para hablar contigo.
-Pues escribiremos otra historia.
-Pero tú no querías escribir más historias.
-He dicho que no quería escribir nada más solo, porque no puedo ser escritor; pero basta que tú me pidas que escriba, para que yo lo haga.
[...]
-Es cruel que yo te retenga si no quieres quedarte.
-¿Por qué dices eso? Escribiría, feliz y encantado de la vida, todas las historias del mundo para ti, para nosotros. Escribir solo es lo que me deprime, escribir para nadie...
-Yo...
-¿Crees que se me habría ocurrido todo lo que se me ha ocurrido de esta historia sin ti? Tú eres la pluma, la musa.
-Lo has conseguido. Vuelvo a temblar como un flan.
-Pues no tiembles y dime que seguirás siendo mi musa, mi pluma, mi amor...
Tú y tus extrañas casualidades.
¿Sigues creyendo en ellas?
alaaa!! con la cantidad de gente que le lee!! jeje :)) aissss!qué linda la fotografía! un trocito de campo! :)) y tus letras, frescas y dulces :)) y la historia de amor :)) feliz día :))) y muásssss :))
ResponderEliminar*______________________*
ResponderEliminarlo consiguió, temblo como un flan, nuevamente..
ResponderEliminarNo se ira :)
Hermosa entrada
Que bonito! :)
ResponderEliminarLA musa... que necesaria siempre! ;)
ResponderEliminarCada uno tiene su pequeña musa, a su manera. Y que sería de nosotros sin ella.. :)
ResponderEliminarAdoro sentirme como flan con tan solo unas palabras, gracias por recordarme esto...
ResponderEliminarQué bonito. Entiendo que a él le deprima escribir para nadie, es lo más frustrante del mundo, menos mal que está ella =)
ResponderEliminarllevo un rato leyendo y me ha gustado mucho tu sitio
ResponderEliminar:)
:-)
ResponderEliminarpreciosa inspiración
y tu forma de escribir sigue enganchando a corazones...
ResponderEliminarQue boniiiito joder!
ResponderEliminar