jueves, 3 de septiembre de 2009

(Mil y) una noches.

Era una habitación de mala muerte en algún hotel perdido por la ciudad de Budapest.
Era una noche de estrellas claras, de besos cortos y de sábanas frías (por no decir congeladas).
Era una semana triste de mediados de julio, de calor intenso y de agua caliente.
Era un día especialmente caótico, perfectamente imperfecto y con olor a amor.

...

-¿Por qué lloras?
-No lloro.
-No seas mentirosa.
-No lo soy.
-Te crecerá la nariz.
-U orejas de burro.

...

-En serio, ¿qué te ocurre?
-Nada...
-Carlota.
-Solamente, que desde que llegamos, parece que no me quieres...

...

-¿Esto quiere decir que no te quiero?

Y fue cuando ella vió aquel tatuaje con su nombre, aquellos dibujos en un idioma desconocido.
Y le besó; un beso de esos de película o de libro.

BOOM-BOOM.
Su corazón explotó a la vez que el primer orgasmo de aquella noche.


Mi abuela decía que la soledad era para los débiles, pero cada día me siento más sola.

6 comentarios:

  1. Ayy, Budapest, jeje, es que lo tengo recientito. Jo, la última frase me ha gustado mucho, siempre te aconsejan cosas y por mucho que intentas hacerlas caso, a veces no puedes...
    Un beso!

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  2. No tiene por qué, a veces necesitas estar sola para ser mas fuerte. Un saludo,t sigo.

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  3. Siento decirlo, pero tu abuela no tenía razón, "la soledad es el imperio de la conciencia".

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  4. A veces es mejor estar solo que mal acompañada , recuerda eso.

    Me encanta la historia.

    un beso

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  5. Tú nunca debes sentirte sola, porque no lo estás.
    Piensa que aunque estemos lejos, estamos más cerca que nunca.
    Y que el lobo, ese tan invisible (que he descubierto que no lo es) te quiere mucho...

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  6. Siempre, pero SIEMPRE me encantan tus actualizaciones...
    Hace mucho que no hablamos... Ú_Ù
    Siento haber estado tan desaparecida...
    >.<
    Kisuuuus~~

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Toc, toc... ¿Hay alguien en casa?