lunes, 31 de agosto de 2009

Miedos con chocolate.


-Tú necesitas a alguien que te entienda mejor, a alguien de tu edad… a alguien que pueda darte un futuro de verdad.
-Y que mi futuro lo quiera junto a ti no importa una mierda, ¿no?
No me responsabilices, Carlota. Sabes de sobra que lo que acabas de decir es mentira, y si lo has dicho, lo has dicho para no sentirte culpable.
Mira, si lo que de verdad sientes es que esto no tiene futuro, vale; pero no intentes decirme que yo necesito esto y lo otro porque no es cierto y lo sabes. Nunca te he dicho que necesite otra cosa que no seas tú.
-…
-No pienso enfadarme, no quiero, porque eres demasiado buena y viendo cómo está Julia, echando de menos algo que nunca ha tenido, también te entiendo a ti.
Si es lo que quieres, me parece bien y lo respetaré; pero no digas que lo haces porque yo necesito otra cosa o a otra persona, porque no es cierto.
-…
-Di algo, por favor. Tus silencios me matan.
-No sé qué decir… Mira, te quiero muchísimo, más que a mi propia vida, joder; pero no creo que sea yo lo que necesitas, aunque tú digas que no…
-¿Y ya está? Después de todo lo que hemos pasado me dices esa frase y ya está. Seremos amigos por lo menos, ¿no?
-Javi, por Dios, no te pongas así. No he decidido nada.
-¿Qué no me ponga cómo, Carlota? ¿Es para ponerse de otra manera? Tú misma acabas de decir que esto no tiene futuro…
-¡Me siento insignificante para ti! Tienes a tu lado a muchísimas otras chicas que podrían darte cosas que yo no puedo; ¿te das cuenta? Podrías tener a una “futura esposa”, casi una familia, un trabajo estable como escritor en cualquier sitio de buena fama y no estar correteando como un chiquillo para ver cuándo me encuentras o cuándo te busco.
-Sabes lo que pienso de eso, y sabes que yo no siento que seas insignificante para mí, al contrario.


-No eres una cría estúpida. Eres como yo: alguien normal a la quien su alma, un día, le dio por llorar.



-Preocúpate solo de ti y ya, que ya está bien de preocuparte por los demás.
-Te quiero a ti…
-Pues tienes que aprender a no quererme, Carlota. Tú dices que eres insignificante para mí, pero aquí, quien ha descuidado más lo nuestro he sido yo, y me hago cargo de ello; y la que más sufres, por no saber de mí, eres tú. ¿No ves que lo que sientes por mi te mata? ¿Cómo a Julia le mata lo que siente por Carlos?
-No moriría por nadie más que no fueras tú.
-No quiero que mueras por mí, quiero que vivas por ti.
-Sin ti no quiero vivir.
Y cuando te encuentro, te vuelvo a perder, como siempre.
"Si quieres miento para ser cortés pero, diga lo que diga, ten claro que lo único que me apetece en este momento es hacerte el amor."

5 comentarios:

  1. Diossssss qué intensidad.

    Parece que lo hubieras vivido, al menos en tu cabecita.

    Yo escribi un diálogo , así de intenso el otro día, pero creo que tardará en aparecer por mi blogg.

    Un besooo

    ResponderEliminar
  2. ¿Como lo has sabido? ¿es solo un nombre al azar?...Estoy preocupada por ti.
    Es cierto me mata este amor...

    ResponderEliminar
  3. Este lobo está hecho un rompecorazones, pero menos mal que asume la culpa...

    ResponderEliminar

Toc, toc... ¿Hay alguien en casa?