martes, 26 de mayo de 2009

Tostadas.

Había pensado en salir corriendo y dejar todo aquí tirado: tus fotos, el paquete de tabaco, las historias, los tacones y el tequila de la última juerga que nos corrimos.
Aunque creo que me moriré de pena si lo hago, no podría soportar tantas horas (minutos, días, segundos, meses, años, siglos, milenios) sin escuchar los latidos de tu corazón, o tu sangre fluir bajo mis labios cada vez que te muerdo la muñeca.
El único problema consiste en despertarme de madrugada, sobre saltada, con perlas bañando mi cuerpo y un calor espantoso y no verte a mi lado, revolviendo las sábanas cada vez que te susurro en sueños que me muero (literalmente incluso) por ser tuya.

Me acurruco en las sombras y en tu olor impregnado en la almohada. Siento a mi pelo bailar sobre mi cuello de porcelana mientras una lágrima roja se lanza en picado a por él, deseando jugar al pilla pilla con mis lunares. Mis labios se abren, rogando a Dios, al cielo, a ti mismo que vengas a besarlos, a contarme las historias de leyendas que no existen.
A continuar con las niñas buenas y los niños caprichosos.
"-Mientes.
-Las niñas buenas nunca mienten.-Canturreó.
-¿Y quien dice aquí que tú eres una niña buena?
-¿Quién dice que no lo sea?
-Lo digo yo, si fueses una niña buena, dejarías de ser interesante."



Quiero perderme en café con mermelada, además de en tu profunda mirada.

2 comentarios:

  1. Me encantan tus actualizaciones... sé que no soy original, peeeeroooo...
    Kisuuuus~~

    ResponderEliminar
  2. Tienes que enseñarme a como ocultar el título del blog para que no me chafe la imagen!!!!
    ÒwÓ

    ResponderEliminar

Toc, toc... ¿Hay alguien en casa?