El despertador sonó, impertinente como en sus peores momentos, sacándome de mi maravilloso sueño. Le puse mala cara y me levanté; una camiseta gigante me quedaba colgando por los lados. Fui hasta la cocina, atraida por el olor del café que me recordó a ti. A una mezcla de ti recien despertado con los recuerdos de un actor de alguna película de los años 60.
Me desperecé y te encontré allí, en el balcón. En ese balcón al que auyabas cuando había luna llena o te sentías solo. Me volví a
Allí mismo.
Hacer el amor de forma desenfrenada.
No sé el motivo por el cual has creado un nuevo blog, sólo puedo decirte que ya me tienes doblemente enganchada.
ResponderEliminarMe encanta tu forma de escribir. Es cruda, intensa, dura, desgarradora; pero sobre todo es ÚNICA y eso la hace diferente a las demás.
Gracias por hacerme pasar tan buenos ratos leyéndote, Mani ^^